EFE, 17 de marzo de 2018 01:15 PM
Original Article: MERCADO MAYORISTA
LA HABANA
Mercabal, el primer mercado mayorista de Cuba, abrió el sábado sus puertas en La Habana destinado inicialmente solo a cooperativas privadas no agropecuarias y con la promesa de extenderlo a los demás trabajadores autónomos de la isla, informa el diario oficial Granma en portada.
El mercado cuenta ya con 35 clientes, que tienen acceso a un descuento del 20 por ciento del precio de venta minorista en productos como frijoles, cigarros, refrescos, cervezas, azúcar, sal, confituras, hamburguesas y salchichas, muy demandados en los restaurantes, cafeterías y bares del sector privado.
El pollo, uno de los alimentos más consumidos, se rebajará hasta un 30 por ciento respecto a su precio en la red minorista, indica Granma, que reconoce que el gobierno cubano responde así a “uno de los reclamos más reiterados de quienes ejercen las nuevas formas no estatales de gestión en el país”.
Localizado por ahora solo en la capital del país, los próximos mercados mayoristas abrirán “de forma paulatina” en el resto de la isla, “una vez que esta propuesta inicial esté en óptimo funcionamiento y en dependencia de los lugares donde más trabajadores por cuenta propia existan”, señaló la ministra.
En Cuba existen hoy más de medio millón de trabajadores privados o “cuentapropistas”, acogidos a las categorías de trabajo permitidas por el gobierno cubano.
Más de 12,000 son socios de cooperativas no agropecuarias, que ya suman unas 420 en todo el país, en su gran mayoría dedicadas a la gastronomía, el comercio, los servicios, la construcción y la industria.
Ubicado en el municipio habanero de Plaza de la Revolución, Mercabal abrirá de lunes a sábado con productos de diez proveedores directos, que reabastecerán el mercado según los pedidos mensuales de los clientes.
Para poder contratar los servicios de la nueva instalación los autónomos deben tener actualizada su ficha de cliente y poseer una cuenta con tarjeta magnética, emitida por el estatal Banco Metropolitano.
La ampliación del trabajo privado -donde se incluyen las cooperativas no agropecuarias- en el 2010 ha sido una de las reformas clave del gobierno del saliente mandatario cubano Raúl Castro para actualizar el modelo socialista y reducir las abultadas plantillas del sector estatal.
Desde agosto, la isla comenzó un proceso de reordenamiento del “cuentapropismo”, dentro del que paralizó temporalmente la entrega de licencias a restaurantes privados y casas de renta turísticas, entre otras actividades, para frenar ilegalidades, “desviaciones” y “corregir deficiencias”.
Las licencias congeladas son, precisamente, las más demandadas del sector.
A pesar de que prometió que no mantendría “por un período de tiempo muy largo” esta medida, el Gobierno cubano aún no ha retomado la entrega de autorizaciones a los autónomos cubanos, que ya representan el 12 por ciento de la fuerza laboral del país.